10 diciembre 2012

Guerra de tronos 2030


Javier Valenzuela - CCS


¿Terminará deshaciéndose de facto la Unión Europea? Hoy, esa hipótesis ya no es descartable. Reino Unido bien podría largarse en ese referéndum con el que sueña David Cameron, y Alemania, una vez España, Italia, Grecia y Portugal devueltos a su condición anterior a la construcción europea, bien podría seguir el camino que citan con creciente desparpajo sus políticos y periodistas conservadores: constituir, con algunos vecinos de la Europa central, oriental y septentrional, un club basado en un euro fuerte y una disciplina presupuestaria de acero. París quedaría así en el limbo y Berlín sería la capital de una nueva potencia germana, esta vez, financiera y económica.

09 diciembre 2012

El Acuerdo Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP) como golpe global


¿Por qué tanto secreto?

Andrew Gavin Marshall - Occupy.com/Truth-out

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


En la cumbre de dirigentes de los Estados miembros del Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP) en noviembre de 2010 participaron: Japón, Vietnam, Australia, Chile, Singapur, EE.UU., Nueva Zelanda, Brunei, Perú y Malasia.

El Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP) es la negociación comercial más secreta y “menos transparente” de la historia.

Sí que hay dinero


Vicenç Navarro - CCS

Durante el debate parlamentario el ministro español de Hacienda, Cristóbal Montoro, indicó que éstas eran necesarias porque “el Estado no tenía más dinero”, punto acentuado por el propio Rajoy cuando subrayó que el nivel de deuda pública en España había alcanzado niveles inaceptables que forzaron la toma de medidas excepcionales, considerando la bajada del déficit como la prioridad número uno de su gobierno. El presidente indicó que tal bajada del déficit público era la condición indispensable para salir de la crisis, pues sólo con esta bajada se recuperaría la confianza de los mercados financieros y España podría volver a recibir prestado dinero a unos intereses más bajos.

08 diciembre 2012

Empezar de cero


Lluís Uría - La Vanguardia

L’espoir est un scepticisme. C’est douter du malheur un instant.
Paul Valéry

A una persona se le puede quitar todo. Pero no se le puede arrebatar el futuro. No se le puede negar la esperanza. “El fin de la esperanza es el principio de la muerte”, dijo Charles De Gaulle, quien en 1940 se levantó en armas contra el destino. A miles de personas se les está robando hoy el futuro en España. En la calle, sin nada, sepultadas por una deuda imposible, se les impide volver a empezar. Uno puede caer, hincar la rodilla en el suelo. Pero debe tener la oportunidad de poder levantarse otra vez.

La plaga de desahucios en España ha tenido que adquirir proporciones estratosféricas para que por fin los responsables políticos hayan tomado conciencia del drama que golpea a miles de familias, condenadas –por una lógica perversa- a pagar el resto de sus vidas por una vivienda que ya no poseen. La –necesaria e imprescindible- salvación de los bancos y las cajas de ahorros, envenenados por el monstruo de ladrillo que irresponsablemente contribuyeron a crear, no puede ser al precio de tamaña tragedia.

No hace falta irse muy lejos para ver cómo se aborda el mismo problema en otros países. En Francia, de entrada, cada invierno hay una tregua oficial por la cual queda absolutamente prohibido, desde finales de octubre a mediados de marzo, echar a nadie de su casa. Deba lo que deba. Se lo deba a quien se lo deba. Es un parche, sí. Pero no es el único amparo. Mucho más importante y decisivo, la ley prevé un procedimiento para saldar todas las deudas en caso de imposibilidad manifiesta de devolverlas. Una comisión del Banco de Francia es la encargada de estudiar caso por caso y buscar una solución adaptada: reescalonamiento de los pagos, moratoria en el retorno de la deuda o liquidación de todos los bienes del deudor para saldar lo que se pueda. En este último caso, que debe ser avalado por un juez, el resto de la deuda queda oficial y definitivamente borrado. A uno no le queda nada, pero puede empezar de cero.

Mecanismos parecidos existen en Alemania, en Bélgica, en Canadá, en Suiza. Probablemente hay otros ejemplos en el mundo, otras ideas en las que inspirarse, para tratar de encontrar una solución a este grave problema. La imaginación tampoco es la mayor de nuestras carencias. Lo que hace falta, por encima de todo, es un poco de humanidad. Si negamos la esperanza a quienes se han quedado en la cuneta, nos la estamos negando a nosotros mismos.

Capitalismo y Fracaso


Adrián Carmona - Rebelión

Inténtalo otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor.
Samuel Beckett [1]

Escuchando a los apologetas del capitalismo, tan habituales en nuestros tiempos, podría parecer que el capitalismo no admite el fracaso per se. Por otra parte, ante dicha pureza inmaculada e incorruptible del statu quo suele anteponerse con frecuencia [2] el supuesto fallo irrefutable no sólo de experiencias que se denominaban comunistas o socialistas sino de la misma idea de igualdad. En nuestra sociedad ultraconsensual [3], que celebró con grandes faustos la desaparición de la experiencia soviética como el certificado de defunción de cualquier intento de metarelato, la idea de igualdad y el ánimo de transformación social no representan sino la pantalla fantasmagórica de su \emph{verdad}, un núcleo totalitario que tarde o temprano terminará generando monstruos como los que alegremente son descritos por la prensa liberal [4]. La crainte des masses, el miedo a un supuesto exceso democrático, es el pilar fundamental del pensamiento conservador [5]. Ante ello, solo nos queda la gestión de lo posible, la aritmética parlamentaria, la “despolitización” de la política, la gobernanza, el gobierno de los técnicos, … diques de contención ante la pretendida pulsión violenta e irracional de la mayoría.

Amnistía fiscal, ¿por qué aquí sí y en Alemania no?


Alberto Montero Soler - Financial Red


Esta semana acaba el plazo para que todos aquellos que se han enriquecido defraudando a Hacienda durante los opulentos años de la burbuja inmobiliaria puedan lavar su dinero al módico precio de una comisión del 10% de lo que decidan blanquear. Esa es la salida que ofreció en su momento el ministerio de Hacienda a los patrioteros que se llenan la boca de España y las muñecas de pulseras con los colores de la bandera para, a continuación, estafar al resto de sus conciudadanos.

07 diciembre 2012

El expolio de Europa


Hans Magnus Enzensberger - CCS

¿Crisis? ¿Qué crisis? Los cafés, las terrazas, los restaurantes no se quedan vacíos, los turistas se atropellan en los aeropuertos, se nos habla de récords de exportaciones, de que el paro disminuye. La gente bosteza ante la “cumbre” política de cada semana y las oscuras disputas de los expertos.

Es manifiesto que casi nadie se percata de que los países europeos ya no están gobernados por instituciones que cuenten con una legitimidad democrática, sino por una ristra de siglas que han ocupado su lugar. Ahora mandan el MEDE, el FEEF, el BCE, la ABE y el FMI. Solo los iniciados llegan a comprender quién hace y cómo en el seno de la Comisión Europea y del Eurogrupo. Todos esos organismos no figuran en ninguna constitución del mundo y no asocian a los electores a su toma de decisiones.

Algunos números de la crisis


Pascual Serrano - Mundo Obrero

Un goteo de noticias y datos nos pueden ayudar a visionar la debacle económica a la que se acerca Europa y en la que ya estamos inmersos países como Grecia, Portugal, España e Italia. 

En Portugal los jóvenes están emigrando hacia sus excolonias en África y Brasil. En los primeros cuatro meses de 2012, 85 portugueses se dieron de baja cada día del Instituto de Desempleo para emigrar, según los datos del centro. En total, 10.200 personas anularon su solicitud de trabajo, más del doble que en 2008. Otros ni se molestan en pasar por las oficinas de empleo, de la facultad van directos al aeropuerto. Según datos del secretario de Estado de las Comunidades Portuguesas, en 2011 emigraron entre 120.000 y 150.000 portugueses, unos datos que rozan las mayores oleadas de emigración de los años sesenta y setenta. Su destino: Mozambique, Angola o Brasil (Eldiario.es, 17-10-2012).

06 diciembre 2012

Riesgo soberano y emisiones bancarias


Alfonso García Mora | El País

Uno de los aspectos más preocupantes desde que comenzara la crisis en España ha sido el elevado volumen de financiación que tiene el sector privado en los mercados de capitales internacionales. El ejemplo más claro es el sector bancario, con vencimientos anuales en torno a los 100 mil millones de euros. En situaciones normales, esta dependencia no debería ser un problema. Sin embargo, la capacidad del sector privado para emitir bonos en los mercados se encuentra muy condicionada, entre otros factores, por la evolución del riesgo soberano, que aproximamos a partir de la diferencia entre el tipo de interés de la deuda española y la alemana. En momentos en los que el riesgo soberano aumenta, se produce un efecto prácticamente directo sobre el resto de emisores privados de ese país, dando lugar a un incremento sustancial del tipo de interés que han de pagar a los inversores para captar nueva financiación. En el extremo, esta demanda puede incluso llegar a ser nula, aún a precios sustancialmente elevados, tal y como ha ocurrido durante algunos meses en los últimos dos años.

De hecho, una de las pocas señales favorables a las que hemos asistido desde la aprobación por parte del BCE del programa OMT a principios de septiembre, y en definitiva desde que se articulara el marco mediante el cual se acotaba el riesgo soberano en España, procede precisamente de la reanudación de las emisiones de los bancos españoles. Como puede observarse en el siguiente gráfico, desde enero a abril se realizaron emisiones por un volumen aproximado de 15 mil millones de euros, para luego entrar en una fase en la que literalmente se “secó” el mercado, y sólo a partir de septiembre han comenzado a realizarse nuevas emisiones. Tanto en 2011 como en 2012, se puede apreciar como los momentos en los que las entidades no pudieron realizar emisiones en los mercados coincidían precisamente con el mayor repunte en el diferencial de la deuda soberana.

Por tanto, toda decisión encaminada a una reducción del diferencial, o por lo menos a evitar repuntes sustanciales como los observados en otoño de 2011 o primavera de 2012, debe ser objetivo prioritario. No ya sólo por el impacto directo que ello tiene en la capacidad de financiación del Tesoro, y el consiguiente efecto sobre los costes financieros de las cuentas públicas, sino también por las consecuencias para el resto del sector privado. El ejemplo más claro es el del sector bancario, que además de verse afectado de forma directa en su capacidad para realizar nuevas emisiones, también tiene un efecto muy importante en el resto de productos bancarios. Tal es el caso de los depósitos minoristas, cuyo coste guarda una elevada correlación con la capacidad para realizar emisiones de bonos, y, en última instancia, con el riego soberano. Esta estrecha interrelación será especialmente relevante durante los tres próximos años, en los que el sector bancario español tiene que hacer frente al vencimiento de aproximadamente 300 mil millones de euros.


Democracia de calidad frente a la crisis

Victoria Camps, Adela Cortina y José Luis García Delgado - CCS

Un gran número de españoles está viviendo la crisis actual como un auténtico fracaso del país en su conjunto. Hace ya más de tres décadas emprendimos una transición política y social que, con sus luces y sombras, como todo en este mundo, se ha convertido en una auténtica referencia para algunos países deseosos de dar el paso de la dictadura a la democracia.

05 diciembre 2012

Más allá del precipicio fiscal


Por: Paul Krugman - El País

Parece que Brian Beutler, de Talking Points Memo, ha sido el primero en usar la frase “bomba de la austeridad” para describir lo que está previsto que ocurra en Estados Unidos a finales de este año. Es una expresión mucho mejor que “precipicio fiscal”. Lo de precipicio hace que la gente imagine que es un problema de déficits excesivos cuando, realmente, se trata del riesgo de que el déficit sea demasiado pequeño; asimismo, y en relación con lo anterior, lo de precipicio fiscal induce a una confusión en la que la gente dice, “Entonces, ¡esto significa que tenemos que promulgar la ley Bowles-Simpson y aumentar la edad de jubilación!”, y ninguna de las dos cosas tiene nada que ver con ello.