13 marzo 2011

¿Qué ha ocurrido en la central nuclear de Fukushima?

JOSÉ CERVERA - rtve.es


  • La planta se quedó sin energía a causa del terremoto y posterior tsunami
  • Como consecuencia, los sistemas de refrigeración se habrían detenido
  • En los reactores occidentales es improbable una fusión parcial del núcleo


La central nuclear de Fukushima tiene 6 reactores de agua ligera del tipo BWR (Boiling Water Reactor, reactor de agua en ebullición). Los reactores 1, 2 y 3 se detuvieron automáticamente cuando se produjo el terremoto, mientras que los números 4, 5 y 6 estaban parados por mantenimiento.

Según parece, a consecuencia del terremoto y del subsiguiente tsunami la planta completa se habría quedado sin energía eléctrica: los sistemas de emergencia (generadores y baterías) habrían resultado dañados por el terremoto y el tsunami.

Como consecuencia, los sistemas de refrigeración de los reactores se habrían detenido. En un reactor nuclear de tipo BWR es necesario mantener circulando agua refrigerante dentro del núcleo del reactor, que de lo contrario genera suficiente calor como para fundirse a sí mismo, lo que constituye el peor tipo de accidente nuclear.

En una fusión completa materiales altamente radiactivos pueden escapar al exterior y contaminar grandes extensiones de terreno; un reactor de este tipo puede contener hasta 140 toneladas de combustible nuclear.

En el reactor 1 de Fukushima, la pérdida de los sistemas de refrigeración provocó un descenso del nivel de agua dentro del núcleo y el consiguiente aumento de la temperatura interna y de la presión dentro del recinto del reactor.

Los operadores intentaron reducir la presión liberando gases y vapor ligeramente contaminados, lo que explica las primeras informaciones sobre contaminación radiactiva.

Las autoridades trataron de enviar por carretera generadores y baterías auxiliares para proporcionar energía a los sistemas de control, pero el problema no se controló, culminando en una explosión que ha volado parte del edificio externo de contención.

No está confirmado, pero parece cada vez más probable que se produzca al menos una fusión parcial del núcleo. Las autoridades han clasificado el accidente con el Nivel 4, lo que significa que no prevén peligro fuera del recinto de la planta; no obstante se ha evacuado a la población en un radio de más de 20 kilómetros.

No es posible un 'Síndrome de China'

¿Es posible un ‘Sindrome de China’ en Japón? De ninguna manera: un accidente como el popularizado por la película de 1978 es imposible.

Los reactores nucleares occidentales (y los japoneses pertenecen a esa familia de diseños) están situados dentro de un edificio de contención con varias capas.

El edificio externo, típicamente de hormigón, tiene como misión retener los gases y vapores que se pueden formar, pero no está diseñado para contener el núcleo del reactor en caso de accidente.

Para el caso de una fusión completa el núcleo está contenido en una gigantesca y sofisticada vasija de acero muy compleja que funciona como una enorme olla a presión: todo el combustible nuclear y los sistemas primarios de control están en su interior.

Dentro de la vasija de un reactor BWR la presión puede alcanzar las 70-75 atmósferas y la temperatura ronda los 300 grados celsius: para soportar esas condiciones durante décadas de vida este elemento está construido con aceros y parámetros muy especiales; un componente clave sólo lo fabrica en todo el mundo la empresa japonesa Japan Steel Works.

En caso de accidente con fusión total o parcial el núcleo fundido se derrama en el interior de la vasija, cuyas paredes de hasta 15 centímetros de espesor de acero de alta tecnología son capaces de resistir el calor generado.

El accidente de la central estadounidense de Three Mile Island en 1979 fundió una parte sustancial del núcleo del reactor TMI-2, pero los materiales altamente radiactivos quedaron confinados en la vasija y nunca salieron al exterior.

Diferencias con Chernóbil

Ésta es la principal diferencia de diseño entre los reactores occidentales y los soviéticos, que carecían de esta protección. Por eso al fundirse el núcleo del reactor en el accidente de Chernóbil el material del núcleo se derramó por las entrañas de la central y parte de ellos acabaron sañiendo al exterior.

Ni siquiera en este caso hubo ‘Síndrome de China’: el calor del núcleo fundido no fue suficiente para que la masa penetrara en el subsuelo.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias del accidente nuclear en Fukushima? Las consecuencias de la aireación de gases radiactivos y de la posterior explosión del edificio de contención son relativamente limitadas: la cantidad de radiación, los tipos de isótopos radiactivos y el hecho de que el viento se movía hacia el mar contribuirán a minimizar la contaminación local.

Los daños provocados por la explosión del edificio de contención pueden ser graves para el propio reactor, pero tampoco cabe esperar que sean determinantes.

Si la fusión del núcleo es contenida por la vasija se formará un gran elemento contaminante altamente radiactivo que estará confinado en su propia burbuja de acero, como ocurrió en Three Mile Island, pero no habrá liberación de isótopos altamente peligrosos: la vasija podrá ser preservada y controlada a largo plazo con costes relativamente bajos y no habrá contaminación.

En el peor (y poco probable) de los casos la vasija habría sido dañada por la explosión y los elementos del núcleo fundido podrían derramarse sobre el suelo, provocando una extensa contaminación altamente radiactiva sobre todo si este material atraviesa las protecciones y entra en contacto con aguas subterráneas.

Curiosamente, el reactor 1 de Fukushima, que entró en servicio en 1971, estaba destinado a ser desactivado a finales del presente mes de marzo, por lo que no habrá consecuencias económicas severas.

Sin embargo la desconexión de las plantas nucleares japonesas y las inspecciones de seguridad antes de su reapertura tras el accidente pueden limitar durante muchos meses la capacidad de generación eléctrica del país, ralentizando su recuperación y agravando la crisis económica.


Impresionante, antes y después del terremoto en Japon

Publicadas en The New York Times

Natori


Antes



Después




Ishinomaki


Antes



Después



Sendai

Antes


Despues




Yuriage

Antes


Después



12 marzo 2011

Terremoto en Japon

Tres interesantes imágenes sobre el terremoto ocurrido a Japon tomadas de pagina de la NASA

En la Primera nos muestra el epicentro del Terremoto.


La segunda y la tercera fotografías son son un antes y despues del terremoto.


Con estas imágenes del satélite podemos comprender hasta que punto el agua de mar penetro en las costas japonesas.








Al hacer clik en las fotos podemos tener una mayor resolución




11 marzo 2011

Historia de la Cardiología








Diego Ribera - México
Historia de la Cardiología
1943-1944, fresco 6 x 4.5 mts
Ciudad de México, Universidad Iberoamericana




10 marzo 2011

Cómo destruir una recuperación

Paul Krugman - El País

Las noticias económicas han sido mejores últimamente. Las nuevas solicitudes de prestación por desempleo están bajando; las encuestas sobre negocio y consumo indican un crecimiento sólido. Seguimos cerca del fondo de un hoyo muy profundo, pero al menos estamos remontando. Es una pena que tantas personas, principalmente de la derecha política, quieran enviarnos rodando para abajo otra vez.

Pero antes de tocar ese punto, hablemos de por qué la recuperación económica ha tardado tanto en llegar. Algunos economistas esperaban un rápido rebote una vez que hubiésemos superado la fase aguda de la crisis financiera -en la que yo pienso como el periodo de Dios, todos vamos a morir-, que se extendió aproximadamente desde septiembre de 2008 hasta marzo de 2009. Pero no era eso lo que nos deparaba el destino. La economía de burbuja de los años de Bush dejó a muchos estadounidenses con demasiada deuda; una vez que la burbuja estalló, los consumidores se vieron obligados a hacer recortes e, inevitablemente, arreglar sus finanzas iba a llevarles tiempo. Y la inversión empresarial también estaba abocada a decaer. ¿Por qué aumentar la capacidad cuando la demanda de los consumidores es débil y uno no está usando las fábricas y edificios de oficinas que tiene?

El único modo en que podríamos haber evitado una depresión prolongada habría sido aprovechar al máximo la capacidad de gasto gubernamental. Pero eso no sucedió. De hecho, el crecimiento del gasto público total se ralentizó después de que la recesión nos golpease, a medida que el débil estímulo federal se vio frenado por una oleada de recortes a escala estatal y local.

Así que hemos experimentado años de paro elevado y crecimiento insuficiente. Sin embargo, a pesar del sufrimiento, las familias estadounidenses han mejorado poco a poco su situación financiera. Y en los últimos meses ha habido indicios de un incipiente círculo virtuoso. A medida que las familias han ido arreglando sus finanzas, han aumentado su gasto; a medida que la demanda de los consumidores ha empezado a recuperarse, las empresas han estado más dispuestas a invertir; y todo esto ha conducido a una economía en expansión, lo cual mejora aún más la situación financiera de las familias.

Pero sigue siendo un proceso frágil, sobre todo si tenemos en cuenta los efectos de la subida de los precios del petróleo y los alimentos. Estas subidas de precios tienen poco que ver con la política estadounidense; se deben principalmente al aumento de la demanda de China y otros mercados emergentes, por un lado, y a los cortes del suministro causados por la agitación política y el mal tiempo, por otro. Pero son un revés para el poder adquisitivo en una época especialmente difícil. Y las cosas empeorarán mucho más si la Reserva Federal y otros bancos centrales responden equivocadamente al aumento de la inflación total subiendo los tipos de interés.

Sin embargo, el peligro claro y actual para la recuperación procede de la política; concretamente, de la exigencia de los republicanos de la Cámara de que el Gobierno recorte drástica e inmediatamente el gasto en nutrición infantil, control de enfermedades, agua potable y demás. Dejando a un lado las consecuencias negativas a largo plazo, estos recortes conducirían, directa e indirectamente, a la destrucción de cientos de miles de puestos de trabajo (y esto podría romper el círculo virtuoso de ingresos que crecen y finanzas que mejoran).

Por supuesto, los republicanos creen, o al menos fingen creer, que los efectos directos de destrucción de empleo de sus propuestas se verían más que compensados por un aumento de la confianza de las empresas. Como a mí me gusta expresarlo, creen que el hada de la confianza hará que todo se arregle.

Pero no hay motivos para que el resto de nosotros compartamos esa creencia. Para empezar, resulta difícil ver cómo un plan tan evidentemente irresponsable -¿desde cuándo privar de fondos a la Agencia Tributaria ayuda a reducir el déficit?- puede mejorar la confianza.

Aparte de eso, tenemos muchas pruebas procedentes de otros países acerca de las perspectivas de la "austeridad expansiva", y dichas pruebas son todas negativas. El pasado octubre, un exhaustivo estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegaba a la conclusión de que "la idea de que la austeridad fiscal estimula la actividad económica a corto plazo tiene poca base en los datos".

¿Y recuerdan los magníficos elogios dedicados al Gobierno conservador de Reino Unido, el cual anunció unas durísimas medidas de austeridad tras asumir el cargo el pasado mayo? ¿Cómo va eso? Bueno, de hecho, la confianza de las empresas no aumentó cuando se anunció el plan; se hundió y todavía tiene que recuperarse. Y sondeos recientes señalan que la confianza de empresas y consumidores ha descendido todavía más, lo que indica, como se señala en un informe, que el sector privado "no está preparado para llenar el hueco dejado por los recortes del sector público".

Lo que nos devuelve al debate presupuestario en Estados Unidos. Durante las próximas semanas, los republicanos de la Cámara tratarán de chantajear a la Administración de Obama para que acepte los recortes del gasto propuestos por ellos, empleando la amenaza de un bloqueo gubernamental. Afirmarán que esos recortes serían buenos para Estados Unidos tanto a corto como a largo plazo.

Pero lo cierto es justamente lo contrario: los republicanos han conseguido presentar unos recortes del gasto que cumplirían una doble función: socavar el futuro de Estados Unidos y amenazar con malograr la incipiente recuperación económica.