03 diciembre 2012

Alertan sobre repunte de la inequidad económica en EE.UU.


PRENSA LATINA

Washington, 27 nov (PL) La diferencia de bienestar entre la clase pudiente de Estados Unidos y el resto de la población se disparó hasta niveles astronómicos durante las pasadas tres décadas, mientras los ingresos de la familia promedio son los peores desde 1969.

Un informe del economista y catedrático de la Universidad de Nueva York Edward Wolff, quien estudió el movimiento de los dividendos ciudadanos entre 1983 y 2010, refleja que la clase media norteamericana tiene las más bajas utilidades en 43 años.

En la etapa mencionada, la disparidad en cuanto a ingresos monetarios aumentó significativamente en el norteño país sobre todo como consecuencia del quebranto de las inversiones en el sector inmobiliario, que afectó con énfasis a activos de la comunidad trabajadora.

De acuerdo con el Reporte Wolff, mientras una familia de clase media perdía un 18 por ciento de sus entradas financieras, aquellos ciudadanos incluidos en el uno por ciento poblacional -los más acaudalados- vieron incrementar sus ingresos en 71 por ciento.

En 2010 también el salario promedio anual decreció hasta sus peores niveles desde 1999, unos 26 mil 360 dólares, y como resultado una persona dentro del llamado uno por ciento disfrutada de valores 288 veces superiores al de un ciudadano estadounidense promedio.

La Gran Recesión que golpeó a la industria nacional entre 2007 y 2010 provocó que el bienestar económico de las familias de clase media decayera un 38,8 por ciento durante ese período, con mayor perjuicio para aquellos individuos entre 35 y 44 años.

El presidente Barack Obama adelanta desde inicios de 2012 una campaña pública para consolidar el apoyo ciudadano hacia su iniciativa relacionada con el aumento de impuestos a los más ricos como medio de contrarrestar el déficit.

Obama se ha reunido con líderes sindicales, representantes del sector privado empresarial y delegados de ambos partidos políticos con la meta de ganar adeptos para una propuesta de incrementar gravámenes desde 35 hasta 39,6 por ciento.

El propósito del mandatario demócrata apunta hacia aquellos ciudadanos con ingresos mayores de 250 mil dólares anuales, una porción de la población beneficiada con pactos legislativos certificados durante la administración de George W. Bush.

Según cálculos de la Casa Blanca, el fin de la era-Bush de privilegios fiscales podría aportar un adicional de 440 mil millones de dólares de recaudos gubernamentales en los próximos 10 años.

Una cifra record de 42,2 millones de estadounidenses celebró el reciente Día de Acción de Gracias bajo el programa federal de auxilio para pobres que reparte estampillas con derecho a comidas subsidiadas.
Acorde a un estudio del foro Sunlight Foundation, el uso de los bonos para alimentos se disparó en Estados Unidos desde el colapso del sistema financiero hace cinco años. Esta opción aumentó en 70 por ciento desde 2007 y no disminuirá hasta que caigan los números del desempleo.






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